Del libro «La Buena Vida», de Alex Rovira, comparto un texto simple, simpático, práctico y altamente recomendable para compartir con los nuestros equipos. Mi propuesta es hacer con cada pensamiento, cartelitos coloridos y atrayentes, e instalarlos en distintos lugares de uso común.
Si abrió, cierre.
Si encendió, apague.
Si ensució, limpie.
Si desordenó, ordene.
Si le prestaron, devuelva.
Si prometió, cumpla.
Si no sabe, no opine.
Si opinó, hágase cargo.
Si debe usar algo que no es suyo, pídalo.
Si desconoce cómo funciona algo, no lo toque.
Si rompió, repare.
Si no sabe hacerlo mejor, no critique.
Si no puede ayudar, no moleste.
Si ofendió, discúlpese.
Si ignora qué decir, cállese.
Si no es asunto suyo, no se entrometa.
Si no es suyo, devuélvalo.
Si es gratis, no lo desperdicie.
Si le sirve, trátelo con cariño.
Si no puede hacer lo quiere, trate de querer lo que hace.
Si puede ser amable, séalo. Siempre se puede.
Si puede ser responsable, séalo. Siempre se puede.
Si puede ser agradecido, séalo. Siempre se puede también.
En definitiva, si puede y hace bien, hágalo.
Como dice el autor, es un bello canto a la responsabilidad y al sentido común, y si todos aplicáramos estos principios a diario sin duda viviríamos una Buena Vida.